La noche apenas
empezaba, y Samanta llegaba a su cabaña, el bosque ese día esta frió, dejo
algunos troncos cerca de la fogata y se recostó un poco en la cama, su
cansancio se miraba en su rostro pero a pesar de eso seguía sonriendo cerro un
poco los ojos y al abrirlos se dio cuenta de que ya era de noche, el fuego en
la fogata se consumía por completo y escuchaba que afuera estaba lloviendo, no
tan fuerte como se acostumbra para ese zona de las montañas.
Se levanto de la cama
y camino a la ventana y sus ojos no le mentían era un hombre que se acercaba a
la cabaña rápido llena de miedo cerró la puerta, y apago las velas y solo
alumbraba en su interior la fogata de la chimenea. Pues ella vivía sola hace
tiempo su marido se había ido de viaje y no había vuelto.
El hombre tocó y toco
la puerta, ayúdenme decía!!! Ayúdenme!!!, lo suplico gritaba aquel hombre,
mientras ella observó por la ventana como se desmayaba en la puerta, ella abrió
la puerta y como pudo lo metió a la casa y lo recostó en la cama, lo dejo descansar
al mismo tiempo que curo algunas de sus heridas mientras lo vigilaba durante la
noche.
Al día siguiente, ella
dormida por el cansancio abrió los ojos y no encontró a este hombre, lo busco
en la cabaña, y a los alrededores del
bosque, pero no lo encontró, ella se
quedo pensando toda la tarde y realizo sus actividades diarias, no eran muchas
pues los días transcurrían lentos para Samanta.
Dos noches después,
Mientras dormía se escucho, toc toc toc ayúdenme decían!!! Ayúdenme!!!, se
asomo desesperada, y era de nuevo este hombre al cual paso, pudiendo así a
platicar con él hasta dormir....
Durante los siguientes
días cada mañana al abrir los ojos el ya no estaba, y así se pasaron algunos
meses para Samanta en aquella. Ella en el día hacia sus deberes del hogar con
la esperanza de que al caer la noche se sentaría a la mesa con este hombre a
platicar y platicar....
Tiempo después……..
Un día dos
exploradores al caminar por un sendero del bosque dieron con una cabaña....
vieja, llena de polvo y casi destruida, era de día por lo que se atrevieron a
pasar...
En ella solo
encontraron a un cadáver con cabello largo sentado en una de las sillas, de la
mesa... con una carta entre sus manos... que decía...
Esta soledad me está
matando, desde que te fuiste hace tiempo, trate de comprender lo pero hoy se
que en mi mente llegaras cada noche a verme y a estar conmigo como cuando
regresabas del trabajo... siempre te esperé y jamás lo dejare de hacer...
atte. Tu amada
esposa....
Fin
Letras de Nuestros
Corazones…
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