“Te
quiero. Sólo dos palabras. Podría escribirte mil textos y todos hablarían de lo
linda que me pareces. Que tú eres, de lo que siento, la parte más bonita,
independientemente de lo que opine el resto. Al final todos podrían decir que
estoy loco u obsesionado y, sin embargo, no estar equivocados. Porque esto de
querer a alguien con el alma, en
estos tiempos, parece estar pasado de moda. La
gente se ha decepcionado tanto que todo lo bonito y todo aquello que vale la
pena vivir les asusta. Yo no estaba tan lejos de esa realidad hasta que
llegaste, viste mis defectos, mis errores y todo mi historial de malas
decisiones y aun con todo fuiste capaz de quedarte conmigo y abrazarme las
ausencias. Por ti dejé atrás toda esa miseria que tenía por vida para estar a
tu lado desde que comprendí que tu sonrisa era el único lugar de todo el mundo
en donde no me sentía un extraño. Si eso me hace un loco o un demente
obsesionado, adelante, soy un psicópata. Si el quererte tanto es algo fuera de
lo normal, romperé las reglas con gusto. Esa es la verdad del mundo. ¿Te digo cuál
es la mía? Que sólo un idiota es capaz de ocultar lo que siente teniendo la
oportunidad de expresarlo. Que tú me has rescatado de la tristeza y me quitaste
los miedos, que eres esa bonita explosión de emociones, esa salida al laberinto
y que ninguna chica que haya conocido antes ha llegado a igualarte nunca. Por
eso te quiero. Eras tú la pieza que buscaba para completar mi vida. Si al resto
le afecta me da igual. Hace tiempo que creo que todos los que no aman quieren
que uno sea como ellos. ¿Y sabes algo? Yo soy diferente, gracias a ti.”
