Me preocupa tu actitud masoquista. Prefieres
llorar por él que sonreír conmigo.
Entonces sucedió que al mirarla me quedé en
silencio, y con eso ya había dicho demasiado.
Éramos sólo amigos, o eso se suponía. Sólo
había amistad, pero se nos olvidó.
Ambos nos prometimos algo que sabíamos que no
íbamos a cumplir. Fue demasiado amor para
tan poco tiempo.
Perdóname por no ser como él, perdona si te
quise de más y sobrepasé tus expectativas cuando esperabas menos, cuando él te
acostumbró a ser conformista si se trataba de amor.
No me duele que hayas dejado de leerme, me
duele que cuando lo hiciste, no te diste cuenta que escribía para ti.
Dime por qué me haces esperarte si no vas a
llegar.
Ella me conoce demasiado, sabe que con sólo
sonreírme me tendrá en sus manos.
El problema es que le damos demasiada
importancia a las cosas que deberíamos ignorar. Perdemos tiempo pensando en
cómo secar nuestras lágrimas, en vez de invertirlo en sonreír sin razones.
Ese es mi miedo, sentirme solo aun teniéndote
conmigo.
Que sonrías para olvidarme del mundo.
Las mejores cosas de la vida son gratis, dicen
por ahí. No lo creía, ¿sabes? Hasta que te vi sonreír.
No llegues tarde, el tiempo corre y los sueños
pasan; cuanto más tardas, más riesgo hay de que despierte.
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